Parte de la serie "Desnuda Sin Sexo y Sin Vergüenza”.
Por una conversación casual, acabo de descubrir que fui abusada sexualmente. ¿Es de locos, no? ¿Cuántas mujeres más habrán experimentado lo mismo? ¿Cuántas mujeres “millennials” son abusadas o manipuladas sexualmente, y no lo saben? La historia es siempre muy similar. Esta es la mía.
Era medianoche. Estaba muy borracha. Tenía 20 años. Eran las dos de la madrugada, cuando decidí irme del club con el joven que me gustó; con el que ya me había besado. ¡Salimos corriendo! Le hice señas a mi amiga, que me iba, mientras trataba de mantener el equilibrio para no caerme, ella era la prima de este chico, por lo que imagino sentí que él no era un completo extraño.
Ya después, recuerdo solo caminar por un pasillo de una casa grande y elegante. No sabía cómo llegué ahí; no recordaba el camino, por lo que pregunté: —¿Dónde estamos? “Es la casa de una señora que me alquila una habitación cada que necesito”, me dijo el chico; —¿Entonces funciona como hotel?, pensé, mientras trataba de no caerme, agarrándome fuerte de su brazo.
Tiempo después, recuerdo despertarme llorando mientras el chico estaba encima mío, metiéndome su pene. ¿Por qué lloras?, me preguntó.
-–Yo no sabía qué decir, sentí que era mi culpa, y que era demasiado tarde. Seguía llorando, cada vez más fuerte.
Estaba confundida –Pero si el chico me gustaba, ¿por qué no me gusta ahora?, pensaba yo, mientras parecía que estaba soñando.
“¡Por favor para de llorar!”, dijo otra vez el chico, y eso fue lo último que recuerdo que escuché, y me quedé dormida otra vez.
Para entonces vivía en Guayaquil, la ciudad más grande y poblada del Ecuador, apenas estaba descubriendo el placer de mi sexualidad. Pero no tenía claro ¿cuáles eran mis derechos en la cama? Tampoco sabía, en qué exactamente consiste el consentimiento sexual, o sea ¿cuándo es NO, a la hora del sexo?
Recién en los últimos dos años de mi vida he venido aprendiendo que es el consentimiento sexual. Apenas antes de cumplir 30. Más vale tarde que nunca, ¿,o no?
¿Cuántas mujeres y hombres en el mundo aún no lo saben, sea por ignorancia, o porque no les conviene aprender?.
En Latinoamérica crecemos con muchos prejuicios en contra de la mujer, a la hora de tener sexo, cuando hay alcohol de por medio, o cuando viajas sola. Se dice que es tu culpa, “¡tú lo provocaste!”
Ahora, veo mi historia de manera diferente. Así que, analizaré paso a paso lo que fue una violación. ¡Que horror!, dirás tú “¿cómo puedes usar esa palabra? Pues ya es hora de llamar a las cosas por su nombre.
––¡Salimos corriendo! Le hice señas a mi amiga, que me iba, mientras trataba de mantener el equilibrio para no caerme, ella era la prima de este chico, por lo que imagino sentí que él no era un completo extraño.
– Respuesta: Al siguiente, llegue a la conclusión que ese chico le puso alguna droga a mi bebida, porque simplemente no le pude decir que no. Fue un sentimiento muy extraño. Sentí que lo seguí sin importarme nada. Perdi el poder de la decisión. Sé que con el alcohol se puede sentir parecido; pero días después concluí, que aquello fue una droga en mi bebida, porque nunca antes me había sentido así.
––Era medianoche.
Respuesta: Si, a esa hora son las fiestas.Y yo estaba en un barrio de clase media alta; por lo que esto pasa en todos lados.
––Estaba muy borracha.
Respuesta: Si, hay veces que cuando somos jóvenes, tomamos más alcohol del que podemos manejar; y eso no le da derecho a nadie de secuestrarnos, violarnos o matarnos.
––Eran las dos de la madrugada, cuando decidí irme del club con el joven que me gustó; con el que ya me había besado.
Respuesta: Si, él me gustó en el club, me gusto bailar con él, pero eso no tiene nada que ver con lo que que yo quiera hacer más tarde: dormir, comer, irme a mi casa. Nadie puede llevarte alcoholizada porque esa es la escena previa a un delito a cometerse; un asesinato, un secuestro. Una violación.
––Ya después, recuerdo solo caminar por un pasillo de una casa grande y elegante. No sabía cómo llegué ahí; no recordaba el camino, por lo que pregunté: ¿Dónde estamos? “Es la casa de una señora que me alquila una habitación cada que necesito”, me dijo el chico.
Respuesta: Claramente estaba perdida, y si tú como hombre quieres tener sexo con una mujer que no sabe lo que hace, realmente tienes un problema mental. Estás actuando como un depredador, no como un ser humano
Y si aún te cuesta ver dónde está el delito: imagina que la persona que estás llevándote es menor de edad, que tiene 15 años. Tú sabes claramente que vas a ir a la cárcel, que tu vida se va a arruinar, sin embargo, valdrá la pena, por un orgasmo de seis segundos.
Así de animal te sentiste aquella noche.
Si esa es tu mentalidad; seas hombre o mujer; sabrás también, que da igual cortarle un brazo a una niña de cinco años, de 15 años, o a una mujer de 40, que se ha emborrachado en tu casa. Es cuestión de lógica. A veces también hay que pensar.
No es necesario desarrollar el resto de la historia; para entender lo que es un abuso y lo que es el consentimiento. Solo basta pensar que la persona abusada o tomada ventaja, es tu hermana o tu hija. Ahí tal vez , a empatía te toque el corazón. Sin embargo, como sé que habran algunas dudas; en la segunda parte de este blog, explicaré que es el consentimiento con el ejemplo de: “preparar una taza te”.
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